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Espacio-Flujo Equilibrado May 14, 2009

Posted by Frank in espiritualidad.
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En la filosofía india, los términos principales usados por hindúes y buddhistas tienen connotaciones dinámicas. La palabra Brahman se deriva de la raíz sánscrita brih – crecer – y así sugiere una realidad que es dinámica y está viva. Los Upanishads hablan de Brahman como ‘esto no-formado, inmortal, en movimiento, asociándolo con movimiento a pesar que trasciende todas las formas’. El Rig Veda usa otro término para expresar el carácter dinámico del universo, el término Rita. Esta palabra viene de la raíz ri – mover. Es este aspecto fenomenal, el Uno cósmico es intrínsecamente dinámico, y la aprehensión de su naturaleza dinámica es básica para toda escuela de misticismo oriental.

La característica más importante de la vista del mundo oriental – uno podría decir la esencia de el – es el entendimiento de la unidad e interrelación mutua de todas las cosas y eventos, la experiencia de todo fenómeno en el mundo como manifestaciones de un uno básico. Todo es visto como interdependiente y partes inseparables del entero cósmico; como manifestaciones diferentes de la misma realidad última.

El elemento fundamental del cosmos es Espacio. Espacio es el principio que abarca todo de la unidad más elevada. Nada puede existir sin Espacio. De acuerdo a la tradición antigua de la India, el Universo se revela en dos propiedades fundamentales: como Movimiento y en lo que el movimiento toma lugar, Espacio. Este Espacio es llamado Akasa, derivado de la raíz kas, ‘irradiar, brillar’, y tiene el significado de ether que es concebido como el medio del movimiento. El principio del movimiento, sin embargo, es Prana, el aliento de vida, el ritmo todo poderoso e impregnante del universo.

Cfr: Fritjof Capra, Lama Anagarika Govinda.

De esta manera, se obtiene una ventaja en equilibrar dinámicamente Espacio y Movimiento (flujo de los cuatro elementos restantes dentro y entre seres y cosas básicamente) controlando la respiración. La respiración es el puente central que une espacio y movimiento con el equilibrio cósmico, pues contiene en sí mismo ambos y es el único proceso sistemático de tu cuerpo que puedes controlar directamente.

Este concepto se encuentra íntimamente ligado a las enseñanzas de dar: necesitas crear espacio y movimiento para recibir, así como necesitas ‘regalar’ el aire que tienes dentro para recibir aire nuevamente.